El descanso del guerrero
Pues si, todos nos merecemos unas vacaciones de nosotros mismos y de nuestras vidas, aunque sean en sueños. Yo elijo el mar...el Cantábrico, el Atlántico, el Mediterráneo, que más da. Uno tras otro o todos a la vez, cada vez que cierro los ojos imagino uno distinto. Prometo olvidar las obligaciones diarias, mezclando mis carnes con sal y arena en un rebozado perfecto que se hidratará con agua yodada. Meteré todo mi cabezón recalentado bajo la mar salada, para que se disuelva todo lo malo.. . Pronnnnnnto volveremos con más diversiones. Nos vemos en agosto, renovados. ;-)