Romerías por ZAMORA 2018
Si pienso en las romerías de mi niñez el recuerdo suele ser un compendio de caos, polvo, algarabía y sol. Mucho ruido y mucha gente.
Lo que más presente tengo son sus sabores, el regustillo a las rosquillas y avellanas.
Las rosquillas nunca me hicieron mucha gracia. Puede que yo fuera un niño un tanto rarito, pero aunque siempre me las encontraba maravillosamente presentadas, su aspecto parecido a los Donets no generaban sino decepción. Las había de dos tipos: Las normales, que ademas de rústicas y feas eran muy secas y las blancas, que bajo su manto aparentemente esponjoso prometían alguna diversión y que resultaban rellenas de aire, igual de secas y sin embargo demasiado dulces.
Lo que más presente tengo son sus sabores, el regustillo a las rosquillas y avellanas.
Las rosquillas nunca me hicieron mucha gracia. Puede que yo fuera un niño un tanto rarito, pero aunque siempre me las encontraba maravillosamente presentadas, su aspecto parecido a los Donets no generaban sino decepción. Las había de dos tipos: Las normales, que ademas de rústicas y feas eran muy secas y las blancas, que bajo su manto aparentemente esponjoso prometían alguna diversión y que resultaban rellenas de aire, igual de secas y sin embargo demasiado dulces.
O sea que sólo me quedaban las avellanas. Y eso si que era divertido.
En el milenio anterior el abrir las avellanas y acceder a su riquísimo secreto era todo un deporte. Hoy tenemos utensilios evolucionados, pero en aquel entonces dedicabas un buen rato a la búsqueda de un altar protegido y cómodo y sobre todo a encontrar la piedra adecuada, ni grande ni pequeña, agradable de agarrar y ligeramente apuntada. Una vez encontrados los elementos comenzaba el rito, clac, clac, clac... En cada golpe perfeccionabas tu sistema para abrir las avellanas a la primera sin dañar el fruto y el tiempo pasaba tan ricamente...
Yo las pongo de lado. No es así, mejor ponlas con el pico para arriba.
Pero no seas bruto, hazlo despacio. Ten paciencia.
Y ahora las preguntas cuyas respuestas nos definen y diferencian:
¿Eres de los que abre una y se la come o de los que abre muchas para comerlas todas después?.
¿Prefieres abrir tú las avellanas o prefieres comprarlas ya peladas?
Y esa precisamente ha sido la imagen seleccionada para el calendario 2018 de Romerías por la Provincia de Zamora, las avellanas. Una fantástica foto de Pablo que, para mi, resume perfectamente el espíritu de las romerías.
Los calendarios (tangibles) saldrán de imprenta la semana que viene, mientras aquí os adelanto la versión digital.
Y como siempre para que los numerosos datos de este calendario se vean nítidamente aquí os paso el PDF que podéis ampliar hasta la saciedad.
Casi que me voy a por unas avellanas.
Yo las pongo de lado. No es así, mejor ponlas con el pico para arriba.
Pero no seas bruto, hazlo despacio. Ten paciencia.
Y ahora las preguntas cuyas respuestas nos definen y diferencian:
¿Eres de los que abre una y se la come o de los que abre muchas para comerlas todas después?.
¿Prefieres abrir tú las avellanas o prefieres comprarlas ya peladas?
Y esa precisamente ha sido la imagen seleccionada para el calendario 2018 de Romerías por la Provincia de Zamora, las avellanas. Una fantástica foto de Pablo que, para mi, resume perfectamente el espíritu de las romerías.
Los calendarios (tangibles) saldrán de imprenta la semana que viene, mientras aquí os adelanto la versión digital.
Y como siempre para que los numerosos datos de este calendario se vean nítidamente aquí os paso el PDF que podéis ampliar hasta la saciedad.
Casi que me voy a por unas avellanas.